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Cosas Útiles

Regalo 2: Los prejuicios de Ada

Cuando me contaste sobre tu colección de bolsas recordé cierta manía mía. Tengo la insoportable tendencia de hacer listas de cosas, llevo enumerados los árboles que me gustan, objetos indeterminados que tengo en algún bolso, los libros que no acabé de leer… Me encantan las cosas acartonadas y enumeradas, por lo mismo me fascinó The Falls una película de Peter Greenaway en donde muestran la biografía imaginaria de 92 personas. Así que éste es mi segundo regalo: “La lista de prejuicios de Ada Veen”. Esta lista tiene 3 clases de prejuicios: los de tipo intelectual en donde me deshago en aversiones sobre todo por algunas poses de la vida moderna; los superficiales, prejuicios estéticos que me deberían avergonzar pues no es muy preciso a la hora de rechazar absolutamente a una persona (aunque siempre me funciona) y mis prejuicios inclasificables aquellos que no obedecen a ninguna lógica.

1. No soporto la gente que fuma en actitud pedantemente snob.
2. Odio a los góticos o esa gente que se viste de negro sin tener muy claro el porqué, no puedo evitar imaginarlos en pijamas de conejitos, soportando la burla de sus hermanos mayores quienes los golpean secretamente todas las noches.
3. Me parece harto sospechoso un hombre que se ponga anillos en el pulgar.
4. Si alguien dice demasiadas veces “excelente” me dan retortijones.
5. A cualquiera que le guste Neruda (aquí no hay pierde).
6. Si alguien a quien acabas de conocer te pregunta: “¿Qué música te gusta?”; es la manera más tonta de empezar a cortejar a alguien, es un insulto a la creatividad y es una evidente falta de buen gusto el buscar compatibilidad en estas cosas.
7. Las mujeres que se pintan las uñas de negro.
8. Cualquiera que hable demasiado, supongo que no les queda mucho tiempo para pensar.
9. Que digan, con aire pretencioso, buen o buena precedido de un sustantivo: me gusta la buena música, el buen vino, la buena mesa; me da escalofríos.
10. Una autobiografía en tercera persona, no hay nada más pedante. En las clases siempre me tocan uno o dos casos, es posible que yo misma haya caído en esta cursilería.
11. Las personas cliché o como sea, esos prototipos gastados de la lolita, el tipo oscuro, el simpático… dejan mucho que desear.
12. El que se atreva a hablarme de un ovni en tono crédulo…
13. Los hombres que se ponen medias tobilleras.
14. Los que escriben poemas y accidentalmente encuentran uno para leerlo frente a la clase.
15. Los que usan expresiones en inglés (nunca me ha sucedido en otro idioma pero creo que no me fastidiaría tanto) para enfatizar algo.
16. Los que lloran mirándose al espejo.
17. Los que guardan cuanta fruslería se les atraviese: hojas de árboles, mechones de pelo, dientes. Es un muy mal síntoma.
18. Los amantes de las drogas y el alcohol, ¿No es algo típico de la adolescencia?
19. Cualquiera que hable excesivamente de su vida sexual.
20. A los que disfrutan con los juegos de rol.

(Esta lista irá en aumento, espero los tuyos)

12 comentarios

a.v. -

¿Cuanto esperó Van por su Ada?, aunque no te voy hacer esperar tanto...

v.v. -

¿Y qué hacer cuando la tristeza o la lluvia sobre la ventana o una ausencia que duele de muerte? ¿qué cuando no llegan tus regalos, ada? ¿olvidar todo, entonces?

van-van -

¿Y esta ausencia de palabras a manera de regalos?

van -

Pasaste la prueba, sin duda.

A. -

Por supuesto.

Anónimo -

Insisto que no soy muy bueno con las listas, además, porque pienso que a pesar de ser una buena herramienta contra el tedio y el olvido, con ellas siempre se correrá el riesgo de olvidarse de algo. Sin embargo, trataré de estrujarme mentalmente para continuar con la lista.

- Los hombres que usan pantalón blanco.

- Las mujeres que lo toleran.

- Las que lucen una exuberante, generosa cabellera genital.

- Las que creen en todo.

- Las que no creen en nada.

- Los que andan de barba y mochila y cantando consignas, pero sólo compran en almacenes de marca con su master card.

- Las que nunca, pero nunca hablan de sexo.

- Los que no se pierden cabalgata o corrida de toros.

- Las que siempre se montan en un calzado exageradamente alto, exageradamente grueso, exageradamente feo.

- Los ególatras que siempre hablan en primera persona: yo...yo...y yo...

- Los monotemáticos.

- Los que sólo leen Best-sellers

- Los que leen libros de autosuperación y luego tratan de aconsejarte con una de las acostumbradas frases de sus libros.

- Los que siguen pensando que García Márquez es el único buen escritor de Colombia.

- Los que siempre están usando un mondadientes, y lo pasean de un lado a otro de la boca mientras hablan.

- Los que no usan medias ni calcetines ni nada que se le parezca

- Los que todavía consideran de estricta obligatoriedad que les sea recibido el trago de aguardiente que ofrecen a los demás en medio de una aburrida fiesta.



Por ahora, ignoremos que "somos vigilados por una monstruosa base de datos que sabe todos nuestros movimientos", y continuemos. Espero las instrucciones, capitana.

P.D ¿Sabrías reconocer un mensaje mío en medio de otros?

Adilla -

Lo del intruso es apenas entendible, pues estamos siendo vigilados por una monstruosa base de datos que sabe todos nuestros movimientos; para tu comodidad podríamos borrar esos mensajes intrusos, espero tu instrucción; pero ¿Qué solucionaría eso? Tal vez enfurecer a Doogie, quien además podría tomar represalias (no queremos eso...) en fin, te recomiendo que sigas con tu lista, yo mientras tanto ire preparando mi regalo.

Vanya -

sigo en deuda contigo, ada. por muchas cosas, pero en este caso específico es por lo de lista. Pero antes de continuar con ella, quisiera saber del pacto de privacidad, mi pequeña gran condición ha sido cumplida. estoy seguro que la tuya también, pero ese intruso me fastidia. ¿Debo seguir sin importar con mi lista?

van veen, el prejuicioso (1) -

No soy tan constante para hacer listas escritas. Mentales sí, ada, muchas. Afortunadamente tenemos (quiero incluirte aquí) el don del olvido. El cómodo don del olvido. La memoria ahuecada, perforada por recuerdos fugaces. Tardes vividas que se van decolorando con el paso de los años. (Años, porque no se cuando deje ya de hablar de días). Cuando pienso en lista de prejuicios, los primeros que se ocurren son verbales. No soporto, por ejemplo, a aquellas personas que tienen la penosa costumbre de utilizar diminutivos para llamar a otras personas. Las que lo hacen todo el tiempo, quiero decir, porque, supongo, de cuando en cuando, solo de cuando en cuando, uno podría darse la licencia de llamar a alguien diminutivamente, (¿o no, adilla?). Dorita, clarita, carmencita, rubielita, cristinita, alfonsito… horrible, definitivamente. Claro, el fastidio aumenta cuando es un hombre (con vozarrón de macho y todo) el que usa constantemente los diminutivos. Me dejan serias dudas. También me aburren las personas que acostumbran saludar preguntando por: “Entonces qué, ¿Qué más de tu novia?”. Fatal. O que en medio de la ceremonia previa a la cama, se escuche una inflexión de voz y a continuación: “vamos a hacer travesuras…”. Mata la pasión, de verdad. Los que dicen “haiga”.

van veen, el silencioso -

a veces me pierdo. intencionadamente algunas. otras no tanto. ando a la espera de un milagro que me saqué de alguna parte. ¿quién carajos es ese Doogie? ¿con qué derecho se mete? Lo odio. Sálvame.

-(Doogie)- -

Me encanta como escribis ... felicitaciones y estare pendiente de tus proximos articulos.

Ada -

¿A qué se debe el silencio?