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Cosas Útiles

Regalo 8

Bueno, ese último regalo fue una pérdida de tiempo, ahora voy a avanzar un poco para que no te olvidés de esta cosa (se que voceo pero no por las razones que crees); el sábado pasado cumplí años y fue realmente divertido, estuve 5 minutos en un concierto, compré un botón que dice: "Ellos también sienten", salí en la televisión nacional (eso espero) hablando sobre el papa, me tomé media cerveza en una tienda, me tomé fotos del tipo "soy novia de un mafioso", me regalaron un señor cara de papa, jugué twister punkero, canté en el karaoke y bailé reggaeton (como sea que eso se escriba); mi día no pudo ser mejor y te lo quería comunicar. Además alguien me ha mandado un regalo a mi casa y me dice que no me preocupe que no espera retribución, yo quisiera retribuirle pero no se cómo... ¿Todavía hablas de mi con Carmen?

Regalo 7: Las pistas

Regalo 7: Las pistas

Cómo te había (futuro) prometido aquí va la primera lista que te llevará a un maravilloso descubrimiento de voz chillona. En la primera pista te daré 3 números, de un total de 10. En este caso me valí del código de Ada y Van pero numerológico (del 0 al 9), es muy sencillo (recuerda “amor”). Lo mejor es pensar en posibles equivocaciones que llevarán inevitablemente a insultos o decepciones. Las otras pistas serán diferentes…
Cuando descifres la primera lo dejas manifiesto para poder continuar.

Regalo 6: Los pies

Regalo 6: Los pies

Bueno, te lo haz ganado. Espero que sean de tu (fetichista) agrado. No pude evitar recordar a Uma Thurman en Kill Bill, sus pies son casi tan feos como los mios; eso sí, que conste que me cae mal Tarantino.

Regalo 5: ¿Pies?

Regalo 5: ¿Pies?

Definitivamente mis pies son muy poco fotogénicos, aún no me decido a mostrártelos. Éstos son los días más improductivos de mi vida me la paso entre Sims autómatas, y decepciones múltiples. Cuando tenía como 15 años creía que tenía una especie de maldición: si alguien decía que iba a visitarme no debía salir al balcón porque esa persona nunca llegaría... ahora me pasa algo muy similar cuando me dicen "Ya te llamo para que nos veamos" si me quedo esperando la llamada cual adolescente, ésta nunca se da. Es lo más frívolo que tengo para decir hoy.

Me hacen falta ciertas alusiones a mi pelo que ahora no es tan negro y supongo que ahora no es tan largo...

Regalo 5: El desconocimiento

Regalo 5: El desconocimiento

Me ha entrado un poco de nostalgia, ¿Te acuerdas de éstos muñecos? Creo que tal vez jugamos con ellos en algún momento. Ya ni siquiera se en donde están. ¿Sabes en donde estoy?

Regalo 4: Mi regalo

Regalo 4: Mi regalo

Es un salto abismal desde mi último regalo, pues ni siquera es un regalo para vos. Son mis nuevos gatitos y quiero que los conozcas.

Regalo 3: Cosas inútiles

Se que soy demasiado perezosa para ser constante, lo admito; pero también se que adquirí un compromiso al darte este regalo. El problema es que constantemente pienso en cosas para regalarte, “cosas útiles”, que yo misma no tengo. Todos los días me saturo de información y aparentemente no me sirve de nada, que es eso realmente importante, como le diría Seymour a Buddy cuando leyó sus poemas: “no estás dando tu tesoro”; yo siento que es un ejercicio de egos, más que de virtud, pienso que no tiene el desinterés de un regalo sino la mano inescrupulosa del amor propio, no estoy dando mi tesoro. Es difícil dar algo que no se sabe para que sirve, igual el esfuerzo mental es interesante. ¿Qué tengo yo para ofrecerte?, pues a lo mejor nada, pero creo que somos muy tercos para admitirlo, pues ambos sacamos ventaja de esta situación. Te has convertido en ese futuro hijo (que tal vez nunca tenga, por lo menos no con mon cherie), a quien tengo que enseñarle el mundo, se que exagero en esto pero es la misma situación, pues se cree que es fácil y divertido y resulta que uno no sabe que mostrarle a esos ojos ávidos de conocimiento.
Hace tiempo que no nos vemos y creo que tenemos un recuerdo mucho más interesante uno del otro de lo que verdaderamente somos, yo he descubierto lo aburrida que soy, antes era muy joven para admitirlo, ahora soy muy vieja para cambiarlo, el entusiasmo juvenil pudo hacernos ver más encantadores, la verdad para eso es la juventud: sufrir mucho y vernos maravillosos.
Hoy estoy algo nostálgica (¿y aburrida?), me hacen falta muchas cosas que ahora no tengo, siento literalmente un hueco en el estomago, sudo, tengo náuseas de pensar en la incapacidad de ser feliz, de volverme feliz, hacerme feliz. Aunque tal vez la felicidad sea un concepto tan complicado que sea un estado indefinible y por lo tanto inalcanzable. Demócrito la asociaba con el placer, Platón con la virtud, Hegugesias negó la posibilidad de la felicidad por el hecho de que los placeres son muy raros y efímeros; eso es cierto mis placeres propios son muy raros y efímeros y no bastan para hacer una vida feliz. ¿Por qué no me regalas algo y me sacas del aburrimiento? Recuerdo ese poema que le escribió Humbert Humbert a su Dolly: “Se busca Dolores Haze…” Me siento igual de desesperada que él por la pérdida de su nínfula. Yo soy como H. H. con su amor patológico e insaciable, intentando tenerla por la fuerza y lo único que logra es alejarla, como en las leyendas de las credenciales “Si amas algo déjalo libre…”. Oh, que patético. Este es el peor regalo que tal vez recibas de alguien, una queja generalizada contra el mundo, pero es lo que hay…

Regalo 2: Los prejuicios de Ada

Cuando me contaste sobre tu colección de bolsas recordé cierta manía mía. Tengo la insoportable tendencia de hacer listas de cosas, llevo enumerados los árboles que me gustan, objetos indeterminados que tengo en algún bolso, los libros que no acabé de leer… Me encantan las cosas acartonadas y enumeradas, por lo mismo me fascinó The Falls una película de Peter Greenaway en donde muestran la biografía imaginaria de 92 personas. Así que éste es mi segundo regalo: “La lista de prejuicios de Ada Veen”. Esta lista tiene 3 clases de prejuicios: los de tipo intelectual en donde me deshago en aversiones sobre todo por algunas poses de la vida moderna; los superficiales, prejuicios estéticos que me deberían avergonzar pues no es muy preciso a la hora de rechazar absolutamente a una persona (aunque siempre me funciona) y mis prejuicios inclasificables aquellos que no obedecen a ninguna lógica.

1. No soporto la gente que fuma en actitud pedantemente snob.
2. Odio a los góticos o esa gente que se viste de negro sin tener muy claro el porqué, no puedo evitar imaginarlos en pijamas de conejitos, soportando la burla de sus hermanos mayores quienes los golpean secretamente todas las noches.
3. Me parece harto sospechoso un hombre que se ponga anillos en el pulgar.
4. Si alguien dice demasiadas veces “excelente” me dan retortijones.
5. A cualquiera que le guste Neruda (aquí no hay pierde).
6. Si alguien a quien acabas de conocer te pregunta: “¿Qué música te gusta?”; es la manera más tonta de empezar a cortejar a alguien, es un insulto a la creatividad y es una evidente falta de buen gusto el buscar compatibilidad en estas cosas.
7. Las mujeres que se pintan las uñas de negro.
8. Cualquiera que hable demasiado, supongo que no les queda mucho tiempo para pensar.
9. Que digan, con aire pretencioso, buen o buena precedido de un sustantivo: me gusta la buena música, el buen vino, la buena mesa; me da escalofríos.
10. Una autobiografía en tercera persona, no hay nada más pedante. En las clases siempre me tocan uno o dos casos, es posible que yo misma haya caído en esta cursilería.
11. Las personas cliché o como sea, esos prototipos gastados de la lolita, el tipo oscuro, el simpático… dejan mucho que desear.
12. El que se atreva a hablarme de un ovni en tono crédulo…
13. Los hombres que se ponen medias tobilleras.
14. Los que escriben poemas y accidentalmente encuentran uno para leerlo frente a la clase.
15. Los que usan expresiones en inglés (nunca me ha sucedido en otro idioma pero creo que no me fastidiaría tanto) para enfatizar algo.
16. Los que lloran mirándose al espejo.
17. Los que guardan cuanta fruslería se les atraviese: hojas de árboles, mechones de pelo, dientes. Es un muy mal síntoma.
18. Los amantes de las drogas y el alcohol, ¿No es algo típico de la adolescencia?
19. Cualquiera que hable excesivamente de su vida sexual.
20. A los que disfrutan con los juegos de rol.

(Esta lista irá en aumento, espero los tuyos)

Regalo 1

Este es su regalo, y es a la vez un regalo para mi, pues tengo la oportunidad de tener otro nombre, el cual lo podríamos discutir… lo mismo que el suyo. Así que esta es mi primera encomienda, debes sugerir algunos nombres para ambos y yo haré lo mismo, al final nos quedaremos con el que más nos guste (Al menos eso haré yo, tal vez usted se decida por el que menos le agrade, nunca se sabe). El método de diálogo es muy simple, por medio de los comentarios nos estaremos comunicando hasta que yo decida hacerle otro regalo u anotación. En los primeros comentarios no use un correo verdadero ni ningún nombre que lo pueda delatar, yo haré lo mismo.